viernes, 23 de enero de 2009
rubén darío y los excesos infinitos
Ahora que tengo treinta años y la salud destrozada tengo cada vez más claro que cuando Rubén Darío (otro espléndido destrozador de la propia salud) escribió sus versos "Juventud divino tesoro/¡ya te vas para no volver!/cuando quiero llorar, no lloro/y a veces lloro sin querer" estaba en realidad hablando de su vejiga.
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